“El no quiere ir con el papamóvil blindado ni nada por el estilo. Sigue siendo el mismo de siempre y quiere el contacto con la gente, con el pueblo de Dios, más allá de que cada país adopte las medidas necesarias”, declaró ayer el ceremoniero pontificio, monseñor Guillermo Karcher.
Se refería al histórico viaje de tres días que realizará el papa Francisco a Tierra Santa desde el sábado, a pesar de los temores por amenazas y posibles actos de intolerancia de grupos fundamentalistas.
Invitados especiales
Télam informó que dos argentinos fueron invitados para acompañarlo: el rector del seminario rabínico latinoamericano, el rabino Abraham Skorka y el dirigente musulmán Omar Abboud, presidente del Instituto para el diálogo interreligioso de Buenos Aires.
El peregrinaje de Francisco por Tierra Santa incluirá en Jordania la visita al tradicional lugar del bautismo de Jesús, en el río Jordán. En Cisjordania se reunirá con líderes palestinos y celebrará una misa en Belén. En tanto, en Jerusalén orará ante el Santo Sepulcro, recorrerá la Explanada de las Mezquitas y el Muro de los Lamentos.
En materia de seguridad, el momento del viaje que despierta mayor tensión es la misa que celebrará en la sala del Cenáculo de Jerusalén (donde, según la tradición, se realizó la última cena de Jesús) ya que judíos ortodoxos se oponen a una eventual cesión parcial, por parte de Israel a la Iglesia Católica, de ese lugar sagrado.
Según Vatican Insider, grupos radicales en el judaísmo ortodoxo expresaron preocupación y han organizado una manifestación de protesta.
En el piso inferior del edificio se encuentra una sinagoga desde la cual se accede a una sala donde -según la tradición medieval- se encontraría la tumba del rey David. Mientras que desde la parte islámica se destaca que durante siglos en el mismo edificio estuvo activa una mezquita.
El cuarto Pontífice
Por su parte, el vocero vaticano, Federico Lombardi declaró que la Santa Sede no teme por la integridad del Papa.
“Se moverá en coches cerrados y en dos ocasiones, primero en Amman para ir a la misa en el estadio, y en Belén, antes de empezar la misa en la Plaza del Pesebre, llegará con el jeep abierto para recibir a los cristianos y saludar más de cerca la gente y dar la bienvenida”, explicó Lombardi.
Francisco es el cuarto Papa que viaja a Tierra Santa: antes lo hicieron Paulo VI (1964), Juan Pablo II (2000) y Benedicto XVI (2009).